Limpiar tu refrigerador: déjalo reluciente ¡y sin malos olores!

Cinco sencillos pasos para tener un refrigerador reluciente y bien organizado...

Si sólo compras lo que necesitas, cuando lo necesitas, ahora es un buen momento para limpiar a fondo tu frigorífico.

El frigorífico es la piedra angular del almacenamiento de alimentos en nuestras cocinas, así que asegúrate de que está a la altura de la tarea de almacenar alimentos de forma segura con una limpieza a fondo cada 3-6 meses.

¿Cómo limpiar el refrigerador de forma eficiente?

Planifica con antelación

Primero, vacía todos los alimentos del frigorífico.

Las bacterias pueden multiplicarse rápidamente a temperatura ambiente, así que pon los productos lácteos, la carne y otros alimentos que deban mantenerse refrigerados en una bolsa refrigerante con bloques de bolsas refrigerantes enfriadas previamente.

Es una buena idea hacer la limpieza a fondo del frigorífico antes de la compra semanal, cuando de todos modos habrá menos comida en el frigorífico.

Tira a la basura cualquier alimento que esté claramente pasado o cualquier cosa que haya superado su fecha de caducidad.

Lava las estanterías y los cajones de las ensaladas

Saca los cajones para ensaladas de la parte inferior del aparato y retira todas las baldas extraíbles.

Si no está claro cómo sacarlos, consulta el manual de usuario antes de empezar para saber exactamente cómo hacerlo sin dañar nada, ¡también te ayudará a volver a meterlos! Si no encuentras el manual de usuario, consulta la página web del fabricante.

A continuación, lava bien los estantes y las bandejas de ensalada con detergente y agua caliente.

Si las baldas (o cualquier otra pieza desmontable) son de cristal, es mejor dejarlas primero a temperatura ambiente para reducir el riesgo de que se rompan con el agua muy caliente.

Utiliza un palillo de dientes para eliminar los restos de comida que se hayan acumulado en la unión entre la superficie de la balda y el borde de la misma.

Aclara las baldas y las ensaladeras con agua limpia, luego deja que se sequen de forma natural en el escurridor o sécalas con un paño de cocina limpio y apártalas si tu escurridor no es lo suficientemente grande.

Limpia el interior del refrigerador.

Evita utilizar agua caliente en este punto, ya que puede aumentar la temperatura del frigorífico y esto demorará la rapidez con la que puedes volver a introducir los alimentos perecederos.

En su lugar, prepara una solución de Líquido Esterilizante con agua fría y utilízala para limpiar el interior.

Presta especial atención a las ranuras de los lados del interior del electrodoméstico donde se apoyan los estantes, ya que pueden ser puntos calientes de suciedad.

Un bastoncillo de algodón es una herramienta muy útil para sacar la comida vieja de ellas. Los bastoncillos de algodón también son útiles para los lugares difíciles, como el orificio de goteo de la parte trasera, que puede obstruirse y ensuciarse fácilmente.

Seca bien el interior del frigorífico con papel de cocina o un paño de cocina limpio.

¿Cómo limpiar el refrigerador por fuera?

No pases por alto las zonas exteriores del refrigerador, como el tirador y el marco de la puerta, donde los gérmenes pueden acumularse por el contacto frecuente con las manos.

Si tienes un frigorífico con el congelador en la parte inferior, utiliza la boquilla de la aspiradora para eliminar las migas de comida que se hayan acumulado en los pliegues de la junta de la puerta del congelador.

También puedes utilizar un cepillo duro de fregar para desprenderlas.

Pasa la esquina de un paño de cocina de lino o algodón mojado en solución limpiadora por los pliegues para una limpieza higiénica y utiliza una esquina nueva de la toalla para secar la junta de la puerta después.

Deja que se enfríe

Vuelve a colocar los estantes y los cajones para la ensalada.

Si tienes un termómetro de heladera, espera a que la temperatura dentro de la heladera baje a 5 °C o menos antes de volver a colocar los alimentos.

Si tu refrigerador tiene una función de enfriamiento rápido, utilízala para acelerar el proceso de enfriamiento.

¿Cómo limpiar el refrigerador y eliminar los malos olores?

Si se ha dejado que los alimentos se estropeen en un refrigerador o un congelador, los fuertes olores asociados al deterioro de los alimentos pueden ser muy difíciles de eliminar.

  1. El primer paso para quitar los olores desagradables es limpiar el aparato con una solución de limpieza doméstica suave y agua. Utiliza una solución de lejía (una cucharada de lejía por cada galón de agua) para aclarar las superficies interiores.
  2. Mientras la unidad está desenchufada, deja la puerta abierta durante uno o dos días para que se airee.
  3. Pulveriza el desinfectante alrededor de las bisagras y las cerraduras y en cualquier abertura.

Si el olor persiste, prueba uno de los siguientes métodos:

  1. Coloca bandejas de carbón activado, arena limpia para gatos o bicarbonato de sodio en los estantes del frigorífico o del congelador. Haz funcionar el aparato vacío durante 2 o 3 días. El carbón activado puede comprarse en las tiendas que venden suministros para acuarios y terrarios.
  2. Coloca el café recién molido en las bandejas del refrigerador o el congelador y cierra la puerta. De nuevo, haz funcionar el aparato en vacío durante 2 ó 3 días. Puede quedar un ligero olor a café, pero desaparecerá después de lavarlo y enjuagarlo.
  3. Coloca en cada estante del frigorífico o del congelador papel de periódico arrugado. Coloca un vaso de agua en el estante superior o rocía el periódico con agua. Deja que el frigorífico o el congelador funcionen durante unos 5 ó 6 días. Este método requiere mucho tiempo, pero elimina eficazmente los olores fuertes.
  4. Existen varios productos comerciales para eliminar los olores del frigorífico y el congelador. Estos productos pueden adquirirse en ferreterías, tiendas de comestibles, de descuento y de variedades.
  5. Si la unidad ha estado apagada varios días, es posible que el olor haya penetrado en el aislamiento. Si el olor ha penetrado en el aislamiento, habrá que trabajar mucho para sacarlo. Si los métodos anteriores no solucionan satisfactoriamente los problemas de olor, es posible que las salpicaduras de la carne o el pescado hayan penetrado en el aislamiento. Este problema requeriría el servicio de un técnico de frigoríficos, que podría tener que retirar el revestimiento y sustituir el aislamiento.

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